martes, 23 de junio de 2015

DALE TIEMPO A DIOS


Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu vida; tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios y no le estás escuchando a Él para nada.

¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!

Escucha la Palabra de Dios.

Quédate en silencio y deja que Él te hable. 
Cuando estés en silencio esperando en Él, escucharás un susurro, una suave voz.

Alguien llamó a eso “un impulso divino”, pues es una impresión en tu corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular.

Él responderá.

Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo, seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería y una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.

Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que Él va a responder. 

Todo lo contrario , demuestra tu falta de fe e incredulidad,pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. 

Lo que en verdad necesitas es seguir ‘creyendo’, y ‘esperando con fe’.

¡Espera que Dios te responda!

La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios? 
Es entrar en comunión con Él, remontando todo nuestro ser hacia los cielos y esperando con fe la respuesta divina.

UNAS PALABRAS DEL CORAZON

A veces no oro con palabras.

Tomo mi corazón en mis dos manos, Y lo alzo hacia el Señor …
… Yo se que Él me entiende.

A veces no oro con palabras.

Mi espíritu se postra a Sus pies, Y con Su mano sobre mi cabeza,
Nos comunicamos en dulce silencio.

A veces no oro con palabras.

Pues estoy cansada y deseo reposar, Y mi corazón encuentra todo lo que anhela, Reposando sobre el gentil regazo de mi Salvador.

Si has orado mucho y aun no recibes la respuesta a tus peticiones y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones, recuerda esto:

Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida. 

Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. 

Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.

Dale tiempo a Dios

No hay comentarios:

Publicar un comentario