jueves, 16 de julio de 2015

TODOS SOMOS IMPORTANTES


Cierto día, un capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban.

Empezaron a discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.


Como la discusión se tornó acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.

A sólo unas pocas horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.

«Jefe», le dijo, «creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden»«Por supuesto que no puede», le dijo el jefe de ingenieros. «Acabo de encallar el barco».

Que tontería en la vida es cuando comenzamos a creer que somos los únicos y que el mundo depende solo de nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y cada uno tiene un papel vital que desarrollar. Necesitamos aprender a considerar al otro y saber que cada uno es experto en algo y cuando nos unimos el barco de la vida puede marchar. Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero siempre dejemos que Él sea el capitán del barco.

1 Corintios 1:10

Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Colosenses 2:2

Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.

EL PLAN DE DIOS SE ESTA CUMPLIENDO


En tu vida hay proyectos, planes que te tocará descubrir y llevar a cabo. En ese camino habrá dificultades, luchas, gente que te quiere y otra que no te quiere bien, bien intencionada o mal intencionada, pero recuerda que por encima de todas las dificultades necesitas avanzar. 

A pesar de las inquietudes, las dudas, la inseguridad y lo que hoy ves y no te agrada, esfuérzate, sé valiente, deposita tu confianza en Dios y seguí adelante. No bajes los brazos.

Normalmente uno dice: -“Perdí la oportunidad”, “se me pasó el tren...”- Sin embargo, el que cree que ha nacido con un propósito, que el bien lo seguirá todos los días de su vida, más allá de los golpes que haya recibido, sabe que se volverá a levantar, será restaurado y volverá a entrenarse en el lugar y con las personas adecuadas que lo motivarán y lo perseguirán hasta que alcance la meta.


Tus mejores años, diseños, proyectos, negocios, oportunidades, están por venir, vienen pronto. No les des lugar en tu vida a las palabras que no edifican, a todo aquello que te ofende, te lastima, te hiere; a pesar de los problemas que estás atravesando, cuando los traspases, puertas aun mayores se abrirán delante de vos y vas a darte cuenta que el plan de Dios se está cumpliendo. 

DIOS te Bendiga por siempre.

CÓDIGO DE PERSISTENCIA



Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:


1. Nunca me daré por vencido mientras sepa que tengo la razón.


2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.


3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.


4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.


5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.


6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.


7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.


8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.


Hay nuevos caminos en este día. Hay nuevos senderos que se abrirán para ti. Pero si dejas que tus ojos se empañen de lágrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas.


Recuerda la base de todo éxito está en poner nuestra confianza en Dios y saber que solo él nos puede llevar al lugar correcto y en el tiempo correcto. En medio del fracaso que encontramos en el camino al éxito, Dios es nuestro socorro.


Deuteronomio 33:29

Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por el Señor, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.


Salmo 63:7

Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.


Salmo 121:1,2

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor.

DESARROLLANDO LA PACIENCIA



La paciencia es una cualidad admirable en la vida que pocas personas parecen poseer, incluso los cristianos.

Según la Palabra de Dios, nuestra vida se debe caracterizar por la paciencia, porque es importante para desarrollar el carácter maduro y estable que el Señor desea que se produzca en Su pueblo. “El amor es sufrido, es benigno…no se irrita” (1 Corintios 13:4-5).

La paciencia es la capacidad de absorber problemas y tensiones sin quejarse, y no verse afectado por los obstáculos, los retrasos y los fracasos.

Dios permite que tengamos dificultades, inconvenientes e incluso sufrimientos, con un fin específico: nos ayudan a desarrollar la actitud apropiada para crezca nuestra paciencia.

Cuando el cristiano ve que esas pruebas se resuelven en su provecho, permitiéndole alcanzar resultados convenientes y de refuerzo para su carácter, se prepara el escenario para el desarrollo de un espíritu paciente.

Sobre la falta de paciencia que caracteriza a nuestra generación, “Esta es una época altiva, neurótica y llena de impaciencia.

Nos apresuramos cuando no hay necesidad sólo por apresurarnos.

Esta época acelerada ha producido más problemas y menos moralidad que las generaciones anteriores, y nos ha provocado males nerviosos.

La impaciencia ha producido una secuela de hogares destruidos, úlceras, etc., y ha preparado la escena para más guerras mundiales”.

martes, 7 de julio de 2015

LA VOLUNTAD DE DIOS


Quizá una de las preguntas más comunes entre los que realmente queremos agradar a Dios es: ¿Cómo saber si estoy haciendo la voluntad de Dios? Personalmente pienso que la mayoría desearíamos que una voz del cielo se haga oír en los momentos en donde necesitamos ser confirmados si estamos haciendo lo correcto o no. Hay etapas en la vida en donde es necesario el poder darnos cuenta de que tan correcto es lo que estoy haciendo o si realmente va en contra de la voluntad de Dios. Todos como jóvenes en algún momento de nuestra vida necesitamos de una respuesta o por lo menos de una muestra de que estoy realizando la voluntad de Dios o no.

Si hablamos de la voluntad de Dios, hablamos de perfección, pues que la voluntad de Dios siempre es perfecta para nuestra vida, aun cuando muchas veces no entendemos las multi-formas de actuar que tiene Dios.

Es importante saber que la voluntad de Dios es que seamos sujetos a lo que él quiere para nuestra vida, pues El siempre querrá lo mejor para nosotros y lo que mejores resultados nos dará, recuerda que él es Omnisciente, es decir que lo sabe todo y esto incluye que sabe que es lo mejor para tu vida. Nunca te opongas a la voluntad de Dios, pues su voluntad es perfecta.

Una fuerza más grande que tu fuerza está trabajando en ti. 
Una sabiduría más grande que tu sabiduría está actuando en ti. Una fortaleza más grande que tu fortaleza humana, está operando en ti.

Si aceptas que Dios está actuando en tu vida desde el mismo momento que le entregaste tu ser, entonces no puedes estar dudando que eres capaz de afrontar las situaciones normales que se han levantado en tu vida.

Tú sabes que cuentas con la asistencia del Espíritu Santo para tomar decisiones acertadas.

Tu vas hacia adelante con la ayuda que te brinda el Señor. 
La duda sobre tu victoria ha de ser cubierta por la gran fe que tienes en el Señor.

Tú sabes que vencerás en todo, pues Cristo vive en ti.

TEN PRESENTE: HAY UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS O HACER LO QUE “NOSOTROS PENSAMOS” QUE ES LA VOLUNTAD DE DIOS.

EL ABECEDARIO CRISTIANO




EL ABECEDARIO CRISTIANO

A) Alaba a Dios en cada circunstancia de la vida.

B) Busca la excelencia, no la perfección.

C) Cuenta tus bendiciones en vez de sumar tus penas.

D) Devuelve todo lo que tomes prestado.

E) Encomienda a tres personas cada día.

F) Fíate de Dios de todo corazón y no confíes en tu propia inteligencia.

G) Gózate con los que gozan y llora con los que lloran.

H) Haz nuevos amigos pero aprecia a los que ya tienes.

I) Invita a Cristo a ser tu Señor y Salvador.

J) Jamás pierdas una oportunidad de expresar amor.

L) Lee tu Biblia y ora cada día.

M) Mantente alerta a las necesidades de tu prójimo.

N) No culpes a los demás por tus infortunios.

O) Olvida las ofensas y perdona así como Dios te perdona.

P) Promete todo lo que quieras; pero cumple todo lo que prometes.

Q) Que se te conozca como una persona en quien se puede confiar.

R) Reconoce que no eres infalible y discúlpate por tus errores.

S) Sé la persona más amable y entusiasta que conoces.

T) Trata a todos como quisieras que te traten.

U) Únete al ejército de los agradecidos.

V) Vístete de misericordia, humildad y paciencia.

Y) Y no te olvides de soportar a los demás como a ti te soportan.

Z) Záfate de las garras seductoras del mal.

Y lo mejor llénate del amor de Dios, que todo lo puede y está dispuesto a amarte siempre.

EL CLUB DE LOS 99



Érase una vez un rey, que a pesar de su lujoso estilo de vida, no era Feliz.

Un día, el Rey observó a un sirviente que cantaba alegremente mientras trabajaba. Esto fascinó al Rey, ¿por qué siendo él, el Supremo Soberano de la tierra, era tan desdichado y sombrío, mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?. El rey preguntó al sirviente: “¿Por qué estás tan contento?”

El hombre respondió: “Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado – sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos”.

El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde en el día, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del siervo, el consejero dijo: “Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99″.

“El Club 99? Y qué es exactamente eso?” Preguntó el Rey.

El consejero respondió: “Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente.”

A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría … Cuantas monedas de oro!

Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, “¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? Seguramente, nadie dejaría 99 monedas!”

Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar que moneda de oro que le faltaba y completar las 100.

A partir de ese día, la vida de aquel el siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.

Testigo de esta transformación drástica, el Rey se mostró perplejo. Cuando él buscó de nuevo a su asesor, el asesor dijo: “Su Majestad, el siervo ahora oficialmente se ha sumado a El Club 99″.

Él continuó, “Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última “moneda” , refiriéndose a sí mismo:

“sólo tengo que obtener esa última cosa y Entonces voy a ser feliz para toda la vida. ” “o si yo tuviera … o fuera … entonces sería feliz para el resto de mi vida”

Podemos ser felices, incluso con muy poco en nuestras vidas, pero en el momento en que se nos da algo más grande y mejor, queremos más! Perdemos nuestro sueño, nuestra felicidad, herimos a la gente que nos rodea, y todos esto a un precio aun mayor.

De eso es lo se trata unirse a El Club 99.

Proverbios 28:25

El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera.

Salmo 37:4

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Salmo 118:24

Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él

LA VERDAD ANTE TODO




Preparando una cena especial, una mujer se detuvo en una pequeña carnicería para comprar carne. 

Había decidido rellenar un pollo y asarlo, como plato principal. Cuando le pidió al hombre de la carnicería que le diese el pollo más grande que tuviese, este sacó del compartimiento refrigerado el último pollo que tenía y lo colocó sobre la balanza.

Este pesa un kilo ochocientos, señora -le dijo.

La mujer pensó unos momentos y luego dijo:

No estoy segura que alcance. ¿No tiene uno más grande?

El dependiente devolvió el pollo al compartimiento, simuló que buscaba entre el hielo que se derretía y sacó el mismo pollo. Esta vez, mientras lo pesaba en la balanza, aplicó disimuladamente un poco de presión con sus dedos.

Ah, -dijo, con una sonrisa-, este pesa dos kilos setecientos.

La mujer frunció el ceño, y haciendo algunos cálculos mentales, dijo sonriente:

No estoy muy segura. Mejor, ¡envuélvame los dos!

La verdad ante todo.

Proverbios 19:5

El testigo falso no quedará sin castigo, el que cuenta mentiras no escapará.