jueves, 16 de julio de 2015

TODOS SOMOS IMPORTANTES


Cierto día, un capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban.

Empezaron a discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.


Como la discusión se tornó acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.

A sólo unas pocas horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.

«Jefe», le dijo, «creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden»«Por supuesto que no puede», le dijo el jefe de ingenieros. «Acabo de encallar el barco».

Que tontería en la vida es cuando comenzamos a creer que somos los únicos y que el mundo depende solo de nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y cada uno tiene un papel vital que desarrollar. Necesitamos aprender a considerar al otro y saber que cada uno es experto en algo y cuando nos unimos el barco de la vida puede marchar. Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero siempre dejemos que Él sea el capitán del barco.

1 Corintios 1:10

Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Colosenses 2:2

Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.

EL PLAN DE DIOS SE ESTA CUMPLIENDO


En tu vida hay proyectos, planes que te tocará descubrir y llevar a cabo. En ese camino habrá dificultades, luchas, gente que te quiere y otra que no te quiere bien, bien intencionada o mal intencionada, pero recuerda que por encima de todas las dificultades necesitas avanzar. 

A pesar de las inquietudes, las dudas, la inseguridad y lo que hoy ves y no te agrada, esfuérzate, sé valiente, deposita tu confianza en Dios y seguí adelante. No bajes los brazos.

Normalmente uno dice: -“Perdí la oportunidad”, “se me pasó el tren...”- Sin embargo, el que cree que ha nacido con un propósito, que el bien lo seguirá todos los días de su vida, más allá de los golpes que haya recibido, sabe que se volverá a levantar, será restaurado y volverá a entrenarse en el lugar y con las personas adecuadas que lo motivarán y lo perseguirán hasta que alcance la meta.


Tus mejores años, diseños, proyectos, negocios, oportunidades, están por venir, vienen pronto. No les des lugar en tu vida a las palabras que no edifican, a todo aquello que te ofende, te lastima, te hiere; a pesar de los problemas que estás atravesando, cuando los traspases, puertas aun mayores se abrirán delante de vos y vas a darte cuenta que el plan de Dios se está cumpliendo. 

DIOS te Bendiga por siempre.

CÓDIGO DE PERSISTENCIA



Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:


1. Nunca me daré por vencido mientras sepa que tengo la razón.


2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.


3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.


4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.


5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.


6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.


7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.


8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.


Hay nuevos caminos en este día. Hay nuevos senderos que se abrirán para ti. Pero si dejas que tus ojos se empañen de lágrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas.


Recuerda la base de todo éxito está en poner nuestra confianza en Dios y saber que solo él nos puede llevar al lugar correcto y en el tiempo correcto. En medio del fracaso que encontramos en el camino al éxito, Dios es nuestro socorro.


Deuteronomio 33:29

Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por el Señor, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.


Salmo 63:7

Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.


Salmo 121:1,2

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor.

DESARROLLANDO LA PACIENCIA



La paciencia es una cualidad admirable en la vida que pocas personas parecen poseer, incluso los cristianos.

Según la Palabra de Dios, nuestra vida se debe caracterizar por la paciencia, porque es importante para desarrollar el carácter maduro y estable que el Señor desea que se produzca en Su pueblo. “El amor es sufrido, es benigno…no se irrita” (1 Corintios 13:4-5).

La paciencia es la capacidad de absorber problemas y tensiones sin quejarse, y no verse afectado por los obstáculos, los retrasos y los fracasos.

Dios permite que tengamos dificultades, inconvenientes e incluso sufrimientos, con un fin específico: nos ayudan a desarrollar la actitud apropiada para crezca nuestra paciencia.

Cuando el cristiano ve que esas pruebas se resuelven en su provecho, permitiéndole alcanzar resultados convenientes y de refuerzo para su carácter, se prepara el escenario para el desarrollo de un espíritu paciente.

Sobre la falta de paciencia que caracteriza a nuestra generación, “Esta es una época altiva, neurótica y llena de impaciencia.

Nos apresuramos cuando no hay necesidad sólo por apresurarnos.

Esta época acelerada ha producido más problemas y menos moralidad que las generaciones anteriores, y nos ha provocado males nerviosos.

La impaciencia ha producido una secuela de hogares destruidos, úlceras, etc., y ha preparado la escena para más guerras mundiales”.

martes, 7 de julio de 2015

LA VOLUNTAD DE DIOS


Quizá una de las preguntas más comunes entre los que realmente queremos agradar a Dios es: ¿Cómo saber si estoy haciendo la voluntad de Dios? Personalmente pienso que la mayoría desearíamos que una voz del cielo se haga oír en los momentos en donde necesitamos ser confirmados si estamos haciendo lo correcto o no. Hay etapas en la vida en donde es necesario el poder darnos cuenta de que tan correcto es lo que estoy haciendo o si realmente va en contra de la voluntad de Dios. Todos como jóvenes en algún momento de nuestra vida necesitamos de una respuesta o por lo menos de una muestra de que estoy realizando la voluntad de Dios o no.

Si hablamos de la voluntad de Dios, hablamos de perfección, pues que la voluntad de Dios siempre es perfecta para nuestra vida, aun cuando muchas veces no entendemos las multi-formas de actuar que tiene Dios.

Es importante saber que la voluntad de Dios es que seamos sujetos a lo que él quiere para nuestra vida, pues El siempre querrá lo mejor para nosotros y lo que mejores resultados nos dará, recuerda que él es Omnisciente, es decir que lo sabe todo y esto incluye que sabe que es lo mejor para tu vida. Nunca te opongas a la voluntad de Dios, pues su voluntad es perfecta.

Una fuerza más grande que tu fuerza está trabajando en ti. 
Una sabiduría más grande que tu sabiduría está actuando en ti. Una fortaleza más grande que tu fortaleza humana, está operando en ti.

Si aceptas que Dios está actuando en tu vida desde el mismo momento que le entregaste tu ser, entonces no puedes estar dudando que eres capaz de afrontar las situaciones normales que se han levantado en tu vida.

Tú sabes que cuentas con la asistencia del Espíritu Santo para tomar decisiones acertadas.

Tu vas hacia adelante con la ayuda que te brinda el Señor. 
La duda sobre tu victoria ha de ser cubierta por la gran fe que tienes en el Señor.

Tú sabes que vencerás en todo, pues Cristo vive en ti.

TEN PRESENTE: HAY UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS O HACER LO QUE “NOSOTROS PENSAMOS” QUE ES LA VOLUNTAD DE DIOS.

EL ABECEDARIO CRISTIANO




EL ABECEDARIO CRISTIANO

A) Alaba a Dios en cada circunstancia de la vida.

B) Busca la excelencia, no la perfección.

C) Cuenta tus bendiciones en vez de sumar tus penas.

D) Devuelve todo lo que tomes prestado.

E) Encomienda a tres personas cada día.

F) Fíate de Dios de todo corazón y no confíes en tu propia inteligencia.

G) Gózate con los que gozan y llora con los que lloran.

H) Haz nuevos amigos pero aprecia a los que ya tienes.

I) Invita a Cristo a ser tu Señor y Salvador.

J) Jamás pierdas una oportunidad de expresar amor.

L) Lee tu Biblia y ora cada día.

M) Mantente alerta a las necesidades de tu prójimo.

N) No culpes a los demás por tus infortunios.

O) Olvida las ofensas y perdona así como Dios te perdona.

P) Promete todo lo que quieras; pero cumple todo lo que prometes.

Q) Que se te conozca como una persona en quien se puede confiar.

R) Reconoce que no eres infalible y discúlpate por tus errores.

S) Sé la persona más amable y entusiasta que conoces.

T) Trata a todos como quisieras que te traten.

U) Únete al ejército de los agradecidos.

V) Vístete de misericordia, humildad y paciencia.

Y) Y no te olvides de soportar a los demás como a ti te soportan.

Z) Záfate de las garras seductoras del mal.

Y lo mejor llénate del amor de Dios, que todo lo puede y está dispuesto a amarte siempre.

EL CLUB DE LOS 99



Érase una vez un rey, que a pesar de su lujoso estilo de vida, no era Feliz.

Un día, el Rey observó a un sirviente que cantaba alegremente mientras trabajaba. Esto fascinó al Rey, ¿por qué siendo él, el Supremo Soberano de la tierra, era tan desdichado y sombrío, mientras que en un humilde siervo había tanta alegría?. El rey preguntó al sirviente: “¿Por qué estás tan contento?”

El hombre respondió: “Su Majestad, yo soy nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado – sólo un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos”.

El rey no quedó satisfecho con esta respuesta. Más tarde en el día, solicitó el asesoramiento de su consejero de más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la historia del siervo, el consejero dijo: “Su Majestad, creo que el sirviente nunca ha sido parte de El Club 99″.

“El Club 99? Y qué es exactamente eso?” Preguntó el Rey.

El consejero respondió: “Su Majestad, para saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente.”

A la mañana siguiente el sirviente vio la bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un gran grito de alegría … Cuantas monedas de oro!

Comenzó a contarlas todas. Después de varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, “¿Qué podría haber ocurrido con la última moneda de oro? Seguramente, nadie dejaría 99 monedas!”

Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a tener que trabajar más que nunca para ganar que moneda de oro que le faltaba y completar las 100.

A partir de ese día, la vida de aquel el siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón, castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de cantar mientras trabajaba.

Testigo de esta transformación drástica, el Rey se mostró perplejo. Cuando él buscó de nuevo a su asesor, el asesor dijo: “Su Majestad, el siervo ahora oficialmente se ha sumado a El Club 99″.

Él continuó, “Se le llama El Club 99 a las personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque siempre están anhelando y luchando por esa extra y última “moneda” , refiriéndose a sí mismo:

“sólo tengo que obtener esa última cosa y Entonces voy a ser feliz para toda la vida. ” “o si yo tuviera … o fuera … entonces sería feliz para el resto de mi vida”

Podemos ser felices, incluso con muy poco en nuestras vidas, pero en el momento en que se nos da algo más grande y mejor, queremos más! Perdemos nuestro sueño, nuestra felicidad, herimos a la gente que nos rodea, y todos esto a un precio aun mayor.

De eso es lo se trata unirse a El Club 99.

Proverbios 28:25

El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera.

Salmo 37:4

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Salmo 118:24

Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él

LA VERDAD ANTE TODO




Preparando una cena especial, una mujer se detuvo en una pequeña carnicería para comprar carne. 

Había decidido rellenar un pollo y asarlo, como plato principal. Cuando le pidió al hombre de la carnicería que le diese el pollo más grande que tuviese, este sacó del compartimiento refrigerado el último pollo que tenía y lo colocó sobre la balanza.

Este pesa un kilo ochocientos, señora -le dijo.

La mujer pensó unos momentos y luego dijo:

No estoy segura que alcance. ¿No tiene uno más grande?

El dependiente devolvió el pollo al compartimiento, simuló que buscaba entre el hielo que se derretía y sacó el mismo pollo. Esta vez, mientras lo pesaba en la balanza, aplicó disimuladamente un poco de presión con sus dedos.

Ah, -dijo, con una sonrisa-, este pesa dos kilos setecientos.

La mujer frunció el ceño, y haciendo algunos cálculos mentales, dijo sonriente:

No estoy muy segura. Mejor, ¡envuélvame los dos!

La verdad ante todo.

Proverbios 19:5

El testigo falso no quedará sin castigo, el que cuenta mentiras no escapará.

martes, 23 de junio de 2015

GRACIAS POR SEGUIR EL BLOG


En una reunión de amigos me surgió la idea de crear un blog con la finalidad de por medio de reflexiones llegar a mis amigos con. “Reflexiones” Desde ese entonces y hasta la fecha he publicado infinidad de reflexiones y meditaciones, tratando con ello de llevar Fe Y Esperanza a muchas personas.

Tenemos que tener en cuenta que Dios tiene un tiempo especial y El trabaja siempre a favor de los que en El confían.

Una de las frases que me gustan mucho es Dios tarda pero nunca olvida, lo digo por experiencia.

Doy gracias a todos nuestros AMIGOS por seguir este blog, de corazón que Dios les bendiga y les acompañe siempre.

LA MISERICORDIA DE DIOS ES PARA TODOS

(Lucas 15:1-10)

En este relato del evangelio vemos a Jesús rodeado de publicanos y pecadores que se acercaban para oírle, es una muy particular que muy pocas se daba en la sociedad judía. Los publicanos y pecadores no podían acercarse a ningún maestro de la Ley. De ahí que cause preocupación entre los fariseos y escribas este hecho. No pueden ocultar su enojo que llegan a murmurar entre ellos, en actitud de condena el hecho de que esta clase de gente se reúna con Jesús, hasta el punto de comer con ellos. Para los fariseos y escribas los publicanos y pecadores eran personas no instruidas en la Ley y de mala fama, por lo tanto no merecían ninguna atención.

Sin embargo, Jesús quiere enseñarles a esos fariseos y escribas, piadosos de por sí, que la misericordia de Dios es para todos, sin ninguna distinción, no es exclusiva de nadie, sólo de Dios. Él no hace acepción de personas como lo han hecho estos religiosos, celosos de la Ley. Jesús en todo su ministerio público, llama a Dios, Padre, para demostrar que es un Padre bondadoso de todas las criaturas (Mt. 5:45). Por otro lado, con sus palabras y hechos, asegura a todos los que va encontrando en su camino, el perdón de sus pecados, si creen en Él. Es el anuncio más contundente de la presencia de Dios misericordioso que perdona los pecados a cualquier persona que desea hacerlo, libera al ser humano del lastre de la esclavitud del pecado (Lc. 15). Por el contrario en las Escrituras hay una llamada de atención acerca de burlarse del pobre, ya que Jehová será su esperanza (Sal. 14:6). Para lograr tal fin hace referencia a dos parábolas: la oveja perdida y la moneda perdida.

Jesús con estas dos parábolas quiere dar a conocer que la misericordia y la gracia de Dios está al alcance de todos y que Dios ha venido a buscar lo que se había perdido. De ahí que defiende su predicación acerca de la misericordia divina contra los ataques de los "piadosos". Presenta a un Dios que en vez de que lo busquen, antes bien, va él primero a buscar a quien ha caído o se ha perdido. También hace referencia a la alegría que genera en el cielo debido a que un pecador se arrepiente y se libera para llegar a ser una nueva persona.

Para los "piadosos" de Israel, no es posible estar junto con el pecador, no merecen la misericordia de Dios; sin embargo, Jesús los critica y no rehúsa el contacto con las personas pecadoras, despreciados por todos. Es por eso que al comer con ellos, da testimonio público de que la misericordia de Dios no es un mero concepto teológico, sino una realidad. Sus pecados les son perdonados, estaban perdidos y han sido hallados por Dios. Ellos comprenden que Dios les ama y acepta a los miserables y pecadores y les otorga su amor y misericordia, abriendo de esta manera, la puerta a una nueva aventura: la vida en plenitud. Los "justos" son rechazados porque fundamentan su justicia en la Ley y confían en sus propias obras (Mt. 21:31).

Finalmente, Jesús vio la fe de aquellos que se le acercaron y por esa fe tuvo compasión, misericordia de ellos (Mc. 7:24-30; 9:22s). La lección que podemos aprender de estas parábolas es que la misericordia de Dios se extiende a todos sin excepción alguna; para quien la acepte, habrá gozo y alegría. Pero para quienes la rechazan habrán puesto una barrera, excluyéndose de la alegría y gozo de la salvación.

Que el Señor nos fortalezca en la fe para seguir mereciendo su perfecto amor y misericordia. Amén.

SI YO ME OLVIDO DE TI, TU NUNCA TE OLVIDES DE MI!!!



Muchas veces sonrío, pero por dentro estoy llorando; saludo entusiasmado a las personas que no saben nada de mi llanto.

Muchas veces voy caminando, cuando por dentro voy corriendo.

He estado de pie ante la luz del sol, pero sólo la lluvia es lo que siento.

Muchas veces he ganado por fuera cuando he perdido por dentro. Me gusta escuchar la aclamación, pero alivio espiritual no encuentro.

Señor, ya estoy cansado; por eso mi cabeza está inclinada.
Ya he corrido bastante con la multitud que corre fatigada.

He extendido mis manos muchas veces; pero nunca alcanzo lo que quiero. Señor, déjame sentir el toque sanador de Jesucristo en mi alma y en mi cuerpo.

He derramado muchas lágrimas; pero nunca, en realidad, orando.

Señor, quiero decirte que lo siento. ¿Quieres salvar mi corazón inquieto? Ven a mi rescate, que te necesito!!!

NO BUSQUES MAS... SACIA TU SED DE JESÚS


Cuentan que una vez un hombre viajaba por el océano y su barco se hundió, quedó a la deriva por varios días antes de que milagrosamente fuera encontrado por un bote pesquero. Al recuperarse de su pésima condición, contó el peor error que había cometido.

Al sentir una sed desesperante, bebía agua salada, y por la sal contenida en la misma, lejos de saciarse, sentía más sed e introducía sal y arena a su cuerpo que lo deshidrataba más.

Muchas veces cuando sentimos sed de amor, cariño, comprensión, verdad o atención, la buscamos en cosas que lejos de saciarnos, nos dejan peor que antes. Así, el solitario se refugia en otro más solitario; el falto de amor lo busca en los placeres y la vida desenfrenada; el incomprendido se refugia en vicios y mal carácter para llamar la atención.

Es hora ya de que dejes de llenar tu cuerpo de agua salada. Jesús dijo: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14 .

Así que no busques más saciar tu sed, cualquiera que sea, en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu amigo y creador Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada ¡¡¡y lo ganas todo!!!

Juan 6:35

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás

ES TIEMPO DE BUSCAR A DIOS



“Bienaventurados aquellos que con todo el corazón le buscan; pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos”
(Salmo 119:2)


Estas palabras pronunciadas por el salmista constituyen en esencia el tema de nuestra meditación para esta oportunidad, la cual ha de girar en torno a la búsqueda de Dios. La Escritura expresa con toda claridad que el deseo de Dios es que los hombres le conozcan y obedezcan:

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”
(Hechos 17:30)

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
(2 Pedro 3:9)

Aunque él ha escogido mantenerse velado y en oculto, espera que los hombres intenten hallarle, aunque sea como palpando a ciegas:

“…para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros”
(Hechos 17:27)

Buscar a Dios es ir por buen camino; dirigirse a Él es encontrárselo. Todas las personas que buscan a Dios, lo encuentran, y no solamente eso, sino que son más felices.

Para buscar y encontrar a Jesús no basta que alguien nos diga "Éste es el Cordero de Dios". Hay que escuchar, moverse, experimentar, gustar.

Dios nos sale al encuentro todos los días, muchas veces.

Si me dirijo a Dios, Él me saldrá al encuentro.

Hoy estaré atento para ver a Dios en la naturaleza, en las personas, en los acontecimientos, en la Eucaristía.

PONTE A PENSAR COMO DIOS LO HARIA





Dios está interesado en tu mente y tus pensamientos. ¿Sabes por qué? Porque lo que pensamos tiene un gran impacto en cómo actuamos. Eres lo que piensas. Por lo tanto cuanto más sanos y verdaderos sean tus pensamientos más sana será toda tu vida. Pero cuánto más fatalistas, negativos y negros sean tus pensamientos más te enfermarás.

¿Por qué te deprimes? Porque más allá de las situaciones que hayas vivido, piensas en todo lo triste, lo doloroso y lo que está mal. Te ves a ti mismo como víctima y sufres.

¿Por qué mantienes el rencor y la falta de perdón? Porque piensas una y otra vez en lo que te han hecho, y cuánto más lo piensas más herido te sientes y mayor es tu enojo y deseos de vengarte.

¿Por qué fracasas cuando emprendes alguna actividad? Porque piensas que no podrás hacerlo bien, que no eres suficientemente capaz, o que a otros les irá mejor que a ti.

¿Por qué te aíslas de la gente y te encierras en ti mismo? Porque piensas que todos son unos falsos, que no se puede confiar en nadie, o bien, que no volverás a permitir que nadie te lastime.

¿Por qué sientes que Dios está lejos y no te escucha? ¡Porque es lo que piensas y sientes!

Pero todos los ejemplos anteriores tienen algo en común: son mentira. Son pensamientos mentirosos que te mantienen atado, paralizado, frenado y dando vueltas en círculos.

Pensar correctamente es vital para vivir correctamente y tener éxito en todo lo que emprendas. Pensar correctamente es pensar como Dios piensa. Es funcionar de acuerdo a los pensamientos de Dios.

Cuando piensas correctamente, las decisiones que tomes respecto a cada área de tu vida serán buenas, y aún si te equivocas podrás corregirlo y volver a empezar.

Dejarte guiar por Dios y su forma de pensar es la mejor decisión que tú y cualquier persona puede tomar.

Para pensar sabiamente tienes que pensar como Dios piensa. ¿Y cómo piensa Dios? Lee su Palabra y lo descubrirás. Pero te doy algunos ejemplos: Dios piensa en que todo es posible, Dios piensa en sanidad, Dios piensa en gozo, Dios piensa sin miedos, Dios piensa en abundancia, Dios piensa ideas originales y creativas, Dios piensa en fe, Dios piensa en avance, crecimiento, multiplicación.

¡Anímate a pensar como Él!

¿Qué tipo de decisiones crees que toman las personas que piensan como Dios piensa?

¿Qué situación enfrentas actualmente en la que necesitas aprender a pensar como Dios piensa para encontrar la mejor solución?

LA PUERTA DEL CORAZÓN



Un hombre había pintado un lindo cuadro.

El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.


Llegado el momento, se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.

Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura.

Y fue a preguntar al artista:

"¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?"

El pintor tomo su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera:

Apocalipsis 3, 20: 

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo."

"Así es", respondió el pintor. "Esta es la puerta del corazón del hombre." "Solo se abre por dentro."

Abramos nuestro corazón al amor, a DIOS. Cambiemos, aún estamos a tiempo.

"Venid a Mí todos los fatigados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es suave y mi carga ligera".

DALE TIEMPO A DIOS


Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu vida; tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios y no le estás escuchando a Él para nada.

¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!

Escucha la Palabra de Dios.

Quédate en silencio y deja que Él te hable. 
Cuando estés en silencio esperando en Él, escucharás un susurro, una suave voz.

Alguien llamó a eso “un impulso divino”, pues es una impresión en tu corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular.

Él responderá.

Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo, seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería y una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.

Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que Él va a responder. 

Todo lo contrario , demuestra tu falta de fe e incredulidad,pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. 

Lo que en verdad necesitas es seguir ‘creyendo’, y ‘esperando con fe’.

¡Espera que Dios te responda!

La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios? 
Es entrar en comunión con Él, remontando todo nuestro ser hacia los cielos y esperando con fe la respuesta divina.

UNAS PALABRAS DEL CORAZON

A veces no oro con palabras.

Tomo mi corazón en mis dos manos, Y lo alzo hacia el Señor …
… Yo se que Él me entiende.

A veces no oro con palabras.

Mi espíritu se postra a Sus pies, Y con Su mano sobre mi cabeza,
Nos comunicamos en dulce silencio.

A veces no oro con palabras.

Pues estoy cansada y deseo reposar, Y mi corazón encuentra todo lo que anhela, Reposando sobre el gentil regazo de mi Salvador.

Si has orado mucho y aun no recibes la respuesta a tus peticiones y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones, recuerda esto:

Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida. 

Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. 

Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.

Dale tiempo a Dios

miércoles, 10 de junio de 2015

ES FÁCIL OFENDER, PERO DIFICIL BORRAR LA OFENSA



Un hombre empezó a esparcir rumores sobre uno de sus vecinos. En pocos días, todo el vecindario conocía los chismes, que no tardaron en llegar a oídos de la persona involucrada.

Por supuesto ella se ofendió mucho y quedó muy dolida.

Con el tiempo, la persona que empezó a esparcir los rumores descubrió que lo que ella había dicho era completamente falso.
Buscando resarcirse de su error, fue a ver a un sabio para preguntarle qué podía hacer para reparar el mal que había hecho.

El sabio respondió: Ve al mercado, compra una gallina y mátala. En el camino hacia tu casa, quítale todas las plumas y tíralas, una por una, a lo largo del camino.

Bastante soprendido por el consejo, pero sin ánimo de contrariar, hizo lo que el sabio le había pedido.

Y al día siguiente volvió a ver al sabio y le preguntó: ¿qué hago ahora?

El sabio le pidió que hiciera lo siguiente: Ahora regresa por el camino que tomaste al ir del mercado a tu casa y junta todas las plumas que tiraste ayer para traérmelas a mí.

Siguiendo las recomendaciones, la persona tomó el mismo camino, pero quedó tremendamente descepcionada ya que se dio cuenta que el viento había volado todas las plumas, llevándolas quién sabe dónde. Apenas consiguió recuperar 3 plumas, y eso después de muchas horas de búsqueda.

Cuando regresó para ver al sabio para contarle su fracaso, él le dijo: Ya ves como es sencillo tirar las plumas por el camino y casi imposible recuperarlas. Así es también con los rumores y los chismes.

No lleva mucho tiempo esparcirlos, pero una vez hecho, uno nunca puede deshacer totalmente el daño realizado".

Salmos 34:13

Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

¿COMO PUEDES TERMINAR CON LAS PREOCUPACIONES?



Nuestro cuerpo siempre nos da el primer aviso. Hemos llegado al límite. La presión, el cansancio, el estado de ánimo, la confusión, el agotamiento y la falta de claridad indican que se están agotando todas nuestras fuerzas. Es tiempo de actuar. Llegó el momento que decidimos dar un ataque frontal contra todos los asuntos que nos abruman. Tenemos la esperanza de triunfar, de terminar de una vez por todas con todos los problemas que nos agobian. No debemos engañarnos, el objetivo de terminar de un solo golpe con nuestras preocupaciones es difícil de lograr.

En la plaza central del pueblo debían quitar un gran roble, el enorme árbol, que con el paso de los años se había convertido en un símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta. El roble se había enfermado de un extraño virus. Corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia.

No es fácil determinar la causa de un problema y no es el camino más agradable tomar la decisión de solucionarlo.

Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de ésto los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas.

En ese orden de arriba hacia abajo cortan desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.

El sol, ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía , era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo. El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable y en su caída, pueden quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.

El inmenso árbol de la preocupación, que tantos años ha crecido en cada uno de nosotros, puede manejarse mejor si se lo hace lo mas pequeño posible. Para lograrlo, es aconsejable podar en principio, los pequeños obstáculos que nos impiden el disfrutar de cada día y así ir quitando el temor de que en el intento de librarnos de éstos y mejorar, todo se derrumbe.

En ese orden, quitando del comienzo los pequeños problemas podemos, gradualmente ir llegando al tronco principal de nuestras preocupaciones. Para cambiar hay que realizar una tarea a la vez, quitar las ramas de la preocupación de una en una, ocuparnos y no preocuparnos. Tal como indica la palabra. Reconocer nuestros errores y tener el valor para enfrentarlos, establecer las prioridades y los objetivos en la vida y mantener una verdadera determinación para librarnos poco a poco de todo el peso que nos impide trabajar, crecer, disfrutar y vivir, transformando nuestras ansiedades, miedos y preocupaciones en coraje, esperanza y fe.

EL AMOR Y EL ODIO



El amor alienta.......................................... El odio abate.
El amor sonríe........................................... El odio gruñe.
El amor atrae............................................. El odio rechaza.
El amor confía........................................... El odio sospecha.
El amor enternece..................................... El odio enardece.
El amor canta............................................ El odio espanta.
El amor tranquiliza...................................... El odio altera.
El amor guarda silencio.............................. El odio vocifera.
El amor edifica........................................... El odio destruye.
El amor siembra......................................... El odio arranca.
El amor espera........................................... El odio desespera.
El amor consuela........................................ El odio exaspera.
El amor suaviza.......................................... El odio irrita.
El amor aclara............................................ El odio confunde.
El amor perdona........................................ El odio intriga.
El amor vivifica.......................................... El odio mata.
El amor es dulce........................................ El odio es amargo.
El amor es pacífico..................................... El odio es explosivo.
El amor es veraz........................................ El odio es mentiroso.
El amor es luminoso................................... El odio es tenebroso.
El amor es humilde..................................... El odio es altanero.
El amor es sumiso...................................... El odio es jactancioso.
El amor es manso....................................... El odio es belicoso.
El amor es espiritual................................... El odio es carnal.
El amor es sublime..................................... El odio es triste.

EL SECRETO DE LA FELICIDAD


El Verdadero Secreto

Un día, una amiga le preguntó a otra… 
'¿Cómo es que siempre eres tan felíz? 
¡Siempre tienes tanta energía, 
y pareciera que nunca estás triste ni tienes problemas!'


Con una gran sonrisa en los labios, respondió: 

' ¡Yo conozco un Secreto!'

'¿Qué secreto es ese?'

La amiga respondió: 
'Voy a contarte, pero debes prometerme que 
vas a compartir el Secreto con otras personas.'

'Este es el Secreto:

He aprendido que es muy poco lo que puedo hacer por mi misma que me haga realmente felíz.

Dependo de Dios para absolutamente todo.

Él me hace felíz y satisface mis necesidades.

Cuando surge una situación difícil en mi vida, 
confío en que Dios va a satisfacerla de acuerdo a sus designios.

He aprendido que la mayor parte de las veces no requiero siquiera la mitad de lo que creo necesitar.

¡Él nunca me ha defraudado y tiene un plan perfecto para mí! 
¡Le entregué mi vida por completo a Él! 
¡Desde que aprendí ese 'Secreto', he sido sumamente felíz!'

Lo primero que pensó la amiga que preguntaba fue: 
'¡Eso es demasiado sencillo!'

Pero al reflexionar respecto a su propia vida, recordó cuando pensaba que tener 
una casa más grande iba a hacerla felíz... ¡pero no fue así!

Pensó que tener un trabajo con un mejor salario la haría feliz, pero no sucedió.

Pensó que casándose con un hombre guapo y adinerado sería feliz...
Mas tuvo una casa y no un hogar, tuvo muchos bienes materiales, mas no felicidad.

¿Cuándo sentía felicidad? 
Jugando con sus hijos y dándoles amor; disfrutando con sus amigos; sirviendo a los más necesitados; disfrutando las bellezas de la naturaleza; y sobre todo... ¡era feliz cada vez que dedicaba un tiempo en el día para darle gracias a Dios!

¡Ya lo sabes tú también! 
¡Ánimo! ¡No puedes depender de otras personas para ser felíz! 
Solo DIOS con Su infinita sabiduría da la verdadera felicidad.

¡Ten fe en DIOS! 
¡Abandónate en SUS amorosos brazos! 
¡Él llenará los vacíos de tu vida, pues sabe lo que es mejor para ti!

Cuando sientas que los problemas te abruman, no te deprimas... 
¡Dios te ayudará a llevar la carga y te dará discernimiento para resolverlos!

¡Yo te he dado a conocer el Secreto de mi felicidad! 
¿Qué vas a hacer con esta información?

¡Tienes que compartir este Secreto también!

¡Dile a quienes conoces que Dios les ama y cuida de ellos! 
¡Que Él les tiene preparada una vida hermosa!
¡Sólo hay que confiar en que es así!

¡No basta creer en Dios! ¡Debemos CREERLE A DIOS!

¡Que Dios Todopoderoso te bendiga e ilumine el sendero de tu vida!

CONFÍA PLENAMENTE EN EL SEÑOR


Una mujer, experimentó en cierta ocasión una gran carga. Se sentía turbada que no podía dormir ni comer, arriesgaba su salud física y emocional, estaba a punto de una crisis nerviosa. Sin embargo, pudo reconocer que ella nada podía hacer para cambiar sus circunstancias.

Entonces leyó en una revista la historia de otra mujer llamada Connie, quien también había experimentado grandes dificultades en su vida. En el relato, una amiga le preguntó a Connie, cómo pudo soportar la carga de dichos problemas. Connie respondió: “Llevo mis contrariedades al Señor”.

Su amiga le respondió: “Por supuesto, es lo que debemos hacer”.

Entonces Connie continuó diciendo: “Pero no tan solo debemos llevarlas ante Él. Debemos dejar nuestros problemas con el Señor”.

No solo debemos dejar nuestros problemas con el Señor; no debemos quedarnos con ninguno.

Se cuenta una divertida historia sobre un anciano que juró que nunca viajaría en avión. Sin embargo, cierto día se presentó una emergencia y le fue necesario llegar con urgencia a una ciudad lejana. La vía más rápida de lograrlo era por aire, por supuesto, así que compró el boleto y se embarcó en su primer viaje de avión.

Conociendo su renuencia a viajar, cuando sus parientes lo recibieron en el aeropuerto le preguntaron cómo había estado el vuelo, a lo que el anciano respondió: “Supongo que bien, pero les diré una cosa, en ningún momento deposité todo mi peso sobre el asiento”.

¡El Señor desea que eches todas tus cargas sobre Él y que allí las dejes! Él anhela que también le entregues el peso completo de tus problemas. Entonces, podrás continuar tu vida con la plena confianza, de que Él, cuidará de aquellas cosas que le has encargado.

PERDONAR ES SANAR



En un descuido, un elefante le pisó una patita a la hormiga con la que conversaba amigablemente.

- !Ay! – gritó la hormiga – !Ten cuidado donde pisas!

- !Oh! Lo siento. Perdóname – dijo el elefante.

- Con disculpas no se arreglan las cosas. Mira mi patita.

- Por favor, discúlpame. Fue sin querer – suplicó el elefante.

- !No! – gritó la hormiga – Eres un grandote torpe y no mereces mi amistad.


El elefante, fastidiado de pedir disculpas, dijo: “Bien, aquí termina nuestra amistad”. Aplastó a la hormiga y siguió solo su camino.

Moraleja: Cuando una persona condena a otra y se niega a perdonarla, termina aplastada por el peso de su propio resentimiento.

Jesús dijo: “Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre” (Marcos 7:15).

Es cierto que pueden lastimarte, ofenderte o defraudarte, pero, si de tu corazón brotan el rencor, los deseos de venganza, los juicios de condenación, estos contaminarán tu alma. Matarán tu vida espiritual robándote la paz, la alegría y la comunión con el Señor.

Si acudes a la presencia de Dios, Él sanará tu corazón quebrantado. Allí tendrás que decidirte a perdonar y renunciar a todo juicio que levantaste. Ese perdón es el que te sana, te liberta y restaura la comunión gozosa con Dios.

No dejes que el resentimiento te aplaste. ! Acude a los brazos de Cristo!

miércoles, 3 de junio de 2015

ROMPE EL CIRCULO DEL ODIO



PARA TRIUNFAR EN LA VIDA, NO ES IMPORTANTE LLEGAR O SER EL PRIMERO. PARA TRIUNFAR SIMPLEMENTE HAY QUE LLEGAR, LEVANTÁNDOSE CADA VEZ QUE SE CAE EN EL CAMINO.

El dueño de una empresa le gritó a su administrador, porque en ese momento estaba muy nervioso.

El administrador llegó a su casa y le gritó a su esposa, acusándola de gastar demasiado, al verla con un vestido nuevo.

La esposa le gritó a la empleada porque había roto un plato.

La empleada le dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.

El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la calle, porque le molestaba su presencia.

Esa señora fue al hospital para que le curaran las heridas y le gritó al médico porque al curarla le hizo daño.

El médico llegó a su casa y le gritó a su madre, porque la comida no estaba en su punto. La madre le acarició los cabellos y le dijo: Hijo, mañana te haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho, estás cansado y necesitas de una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas, para que descanses profundamente y mañana te sentirás mejor. Luego lo bendijo y salió de la habitación, dejándolo descansar.

En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ODIO, porque chocó con la PACIENCIA, el PERDÓN y el AMOR.

“Si estás inmerso en un CÍRCULO DE ODIO, acuérdate que con paciencia, una disposición al perdón y sobre todo con amor, puedes romperlo”

NECESITAMOS UNA EDUCACION QUE ENSEÑE LA REALIDAD, MAS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS



Un rey le contaba a un sabio lo extraordinariamente buenos y generosos que eran sus súbditos.

Estás muy equivocado le dijo el sabio. La gente de tu reino actúa de acuerdo a las apariencias. Le dan muy poca importancia a los hechos, que son los que demuestran espíritus grandiosos.

Al oir esto, los cortesanos se pusieron bravos y le rogaron al rey que no hiciera caso a ese falso sabio.

Majestad, ellos dirán lo que quieran, pero en este mundo vil, todo funciona al revés: la persona más preciosa no vale nada, y la persona que no vale nada es la más preciosa.

Demuéstramelo dijo el rey. Si no lo haces, mandaré que te corten la cabeza por decir cosas falsas y descabelladas.

El sabio invitó al rey a que se disfrazara como una persona común y así dieran una vuelta por la ciudad. Llegaron al mercado y el sabio le insinuó al rey que pidiera un kilo de cerezas que habrían de servir para salvarle la vida a un enfermo muy grave.

Fueron inútiles las súplicas del rey. El comerciante, cansado de argüir con él, lo expulsó del lugar y le dijo que si no se iba pronto, lo sacaría a palos.

Las cosas que tiene que oir uno en la vida mascullaba el comerciante. ¿Acaso tengo cara de idiota? Estos mendigos miserables ya no saben qué inventar para engañar a uno.

El rey estaba a punto de revelar su identidad, cuando el sabio se lo llevó de allí. Caminaron un buen rato y llegaron a orillas de un río que corría crecido con las aguas del deshielo. En un descuido, el sabio le dio un empujón al rey que cayó al agua. Empezó a gritar pidiendo ayuda, pero aunque se acercaron muchos curiosos atraídos por sus gritos, nadie hizo nada. Ya estaba a punto de ahogarse, cuando un mendigo, el más harapiento de la ciudad, se lanzó al agua y salvó al rey.

Entonces el sabio se acercó al rey, que temblaba de frío y de indignación, y le dijo:

¿Viste cómo era cierto lo que yo te dije? Cuando tú, que eres la persona más valiosa del reino pediste un kilo de cerezas para salvar la vida de un enfermo, no obtuviste nada y hasta estuviste a punto de que te partieran la cabeza a golpes. En cambio este mendigo, que supuestamente es la persona que menos vale en tu reino, ha expuesto su vida por ti y te ha salvado. No son las apariencias lo que cuentan, sino los hechos.

Moraleja: Vivimos la vida como actuación. Cada día se nos impone con mayor fuerza la cultura de la apariencia, del qué dirán. Regalamos por cumplir, por no quedar mal, porque todos lo hacen..., no por agradar. Manejados por la publicidad y las propagandas, compramos no lo que necesitamos, sino lo que el mercado necesita que compremos. El mercado crea incesantemente nuevos productos y la televisión se encarga de convertirlos en necesidades. Hablamos sin pensar lo que decimos, vivimos rutinas, compramos propagandas. Decimos que nos divertimos mucho en la fiesta porque se espera que digamos eso, que nos gustó mucho la película publicitada que todo el mundo dice que es muy buena, aunque nos hayamos aburrido soberanamente al verla. Aplaudimos porque todos lo hacen; sonreimos, sin saber por qué, cuando todos lo hacen. En breve, cada día son menos las personas que se atreven a vivir, a ser dueños de su propia vida: la mayoría son vividos por los demás: el televisor, las costumbres, las modas, el qué dirán...

Tratamos a los demás de acuerdo a su aspecto. Nos sentimos crecidos cuando podemos ver o dar la mano a un ídolo de la canción, a un personaje famoso, sin importar si es un soberano egoísta, o un cretino, esclavo de su imagen y su fama. Por otra parte, despreciamos y nos alejamos de los pobres, los humildes, a quienes vemos con frecuencia como amenazas.

Necesitamos una educación que enseñe a ver la realidad, más allá de las apariencias.

lunes, 1 de junio de 2015

LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO


Cuenta la historia que en cierta ocasión, un maestro se dirigía a un atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder de la palabra y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.

De repente fue interrumpido por un hombre que le dijo airado:
¡No engañe a la gente!

El poder está en las ideas, no en la palabra. 

Todos sabemos que las palabras se las lleva el viento. 

Lo que usted dice no tiene ningún valor!


El maestro lo escucha con mucha atención y tan pronto termina, 
le grita con fuerza: ¡Cállate, estúpido; siéntate, idiota!

Ante el asombro de la gente, el aludido se llena de furia, suelta varias imprecaciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alza la voz y le dijo:

Perdone caballero, lo he ofendido y le pido perdón. 
Acepte, por favor, mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo.

El Señor se calma y le dijo al maestro: Lo entiendo... y también yo le presento mis excusas por mi conducta. 
No hay ningún problema, y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear sino para mirar otras opciones.

El maestro le sonrió y le dijo: "Perdone Usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto del modo más claro,  el gran poder de las palabras. 
Con unas pocas palabras le exalté y con otras le he calmado."

Reflexión...

LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO

Las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente.

Las palabras curan o hieren, animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o ensombrecen.

Con pocas palabras podemos alegrar a alguien y con pocas palabras podemos llevarlo al desaliento y desespero.

Ellas moldean nuestra vida y la de los demás. 

Piensa en esto y cuida tus pensamientos porque ellos se convierten en palabras.

LECCIÓN DE VIDA


Una vez un Ministro cristiano estaba dando un recorrido por el Templo al mediodía… al pasar por el altar decidió quedarse cerca para ver quién había venido a orar. En ese momento se abrió la puerta; el Ministro frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo; el hombre estaba sin afeitarse desde hace varios días, vestía una camisa rasgada, tenía el abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar.

El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue.

Durante los siguientes días el mismo hombre, siempre al mediodía, estaba en la Templo cargando una maleta… se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir.

El ministro un poco temeroso, empezó a sospechar que se tratase de un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta del Templo y cuando el hombre se disponía a salir le preguntó: “¿Qué haces aquí?”.

El hombre dijo que trabajaba cerca y tenía media hora libre para el almuerzo y aprovechaba ese momento para orar, “sólo me quedo unos instantes, sabe, porque la fábrica queda un poco lejos, así que sólo me arrodillo y digo: “Señor, solo vine nuevamente para contarte cuán feliz me haces cuando me liberas de mis pecados… no sé muy bien orar, pero pienso en Ti todos los días… así que Jesús, este es José Luis reportándose”.

El Ministro sintiéndose un poco avergonzado, le dijo a José Luis que estaba bien y que era bienvenido a la Templo cuando quisiera.

El Ministro se arrodilló ante el altar, sintió derretirse su corazón con el gran calor del amor y encontró a JESÚS, mientras lágrimas corrían por sus mejillas; en su corazón repetía la plegaría de José Luis:

“SÓLO VINE PARA DECIRTE, SEÑOR, CUÁN FELIZ FUI DESDE QUE TE ENCONTRÉ A TRAVÉS DE MIS SEMEJANTES Y ME LIBERASTE DE MIS PECADOS… NO SÉ MUY BIEN COMO ORAR, PERO PIENSO EN TI TODOS LOS DÍAS… ASÍ QUE, JESÚS, SOY YO REPORTÁNDOME”.

INTÉNTALO NUEVAMENTE PERO PON TODO TU CORAZON


Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.


El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a mi padre por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: 
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.

Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no las podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la Fe.

La única manera de saber es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros, pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de él.