Si este día has llorado, Jesús conoce el porqué de tus lágrimas. Él es soberano. La soledad duele y aún más cuando los que dicen amarte se van.
Te olvidan, dejándote fatigado y sin consuelo. Pero no hay nada que esté fuera de su control en tu vida si tú has creído en Él.
Yo sé que dentro de ti puedes entender el lenguaje de amor de tu padre celestial. El sonido de su voz es inconfundible para tu alma.
La voz que antes ha calmado tu dolor. Es el mismo de ayer, el que te dá alegría y fortaleza hoy.
Si escuchas este día su voz no te escondas de Él ni endurezcas tu corazón. Este es el amor que necesitas, el amor que te ha venido a buscar. Es tuyo.
Eres hija, hijo del altísimo. Él te defiende, Él te cuida y aunque hay situaciones que parecen difíciles, Él hará que todo obre para bien.
Primeramente para gloria de su nombre y porque no te dejará desamparada, nunca, nunca, nunca. Estas palabras Él te las habla quitando así las lágrimas que salen de tu corazón:
Yo soy tu Dios, el Alfa y Omega, el Principio y el Fin, con gran gozo llenaré tu alma y por la mañana vendrá tu libertador, tu abogado, tu guerrero protector. Amada mía, yo soy…
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolado
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