domingo, 5 de abril de 2015

LA ORACIÓN.... NO ES SOLO PEDIR Y PEDIR


Si estas angustiado, preocupado, agotado y tal vez desesperado por uno o varios problemas y ves que tu única salida, es que Dios intervenga. Ten cuidado de no ser demasiado insistente, porque a veces en nuestra insistencia no nos damos cuenta de que Él nos esta respondiendo pero de una manera distinta a la que esperábamos.

Algunos creen que orar significa pedir y pedir, seguir insistiendo, rezando y rogándole al Señor con infinidad de palabras, como si tratáramos de convencer a Dios. Otros levantan la voz, como si Dios fuera sordo y como si ante su gran determinación evidenciada por el volumen y el tono de su voz, Dios estuviera obligado a responderles.

Este tipo de oración no demuestra que tengamos mucha fe, ni confianza en que Él va a respondernos. Al contrario, pone de manifiesto nuestra incredulidad.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es creer, y esperar con fe.

¡Espera que Dios te responda! La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o exigirle a Dios?

Es estar en comunión con Él, esperando con fe, que Su respuesta en algún momento llegará.

Una vez que hayas hecho tu petición tomate el tiempo necesario para escuchar. Quédate en silencio y deja que Él te hable.

Aquellas cosas que consideras tus propios pensamientos, quizás sean la suave voz de Dios. Si es Su voz, lo sabrás rápidamente porque vendrán a tu mente soluciones e ideas que jamás hubieras imaginado.

A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón con mis dos manos y lo elevo hacia el Señor. Yo se que Él me entiende.

A veces no oro con palabras. Mi espíritu se postra a Sus pies, y con Su mano sobre mi cabeza, nos comunicamos en dulce silencio.

A veces no oro con palabras. Estoy cansado, y mi corazón encuentra todo lo que anhela, reposando y descansando en Su presencia.

Si has orado por mucho tiempo y no has recibido respuesta a tus peticiones. Si sientes que los cielos están cerrados y que Dios no te escucha, tengo una buena noticia para ti: Todo ruego, toda petición realizada con sinceridad y con fe a nuestro Padre Celestial no será ignorada y a Su tiempo, será respondida. Es en estas situaciones donde debemos confiar en que Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a su tiempo sabremos y entenderemos.

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